Según un estudio realizado por Susan Pinker (Psicóloga y columnista de The Wall Street Journal), la interacción humana preserva la salud, mejora el bienestar y aumenta la esperanza de vida. Ello por delante de acciones más conocidas para el mismo fin como practicar deporte o llevar a cabo una dieta equilibrada.

La socialización de las personas mayores puede estar basada en hablar con los vecinos, ir a bares y relacionarse, jugar a juegos de mesa como el parchís o a las cartas y realizar viajes grupales como los que se realizan en el Imserso. Lo importante es la interacción, vivir, sentir, tener una vida social activa.

El Ayuntamiento de Barcelona ofrece el Programa Convivir y Vivir dentro de su catálogo de servicios sociales que puede ser una valiosa solución al problema de la soledad.

Consiste en que las personas mayores que se valen por sí mismas pueden ofrezcan una habitación a estudiantes que tienen su residencia habitual lejos de Barcelona para que puedan residir mientras cursan sus estudios. El programa está apoyado por la Fundación Catalunya - La Pedrera y fomenta la solidaridad, el conocimiento y  el apoyo entre generaciones.

Otra opción la ofrece La Fundació Amics de la Gent Gran  ayudando al bienestar de la gente mayor proporcionándoles apoyo afectivo, amistad y relación en la lucha contra la soledad  mediante el acompañamiento a domicilio/residencia por parte de voluntarios o la realización de actividades de socialización.

El Ayuntamiento de Madrid ofrece servicios y recursos a personas mayores en situación de soledad que pueden ser consultados en los Centros de Servicios Sociales Municipales, en la página web del Ayuntamiento o llamando al 010.  Destaca el proyecto de prevención de la soledad no deseada, que se está implementando en los barrios de Almenara y Trafalgar. Con el liderazgo del Centro Municipal de Salud y el apoyo de los servicios sociales, recursos económicos públicos y privados y la ayuda de los vecinos del barrio, se pretende que nadie se sienta solo en contra de su voluntad.